Preguntas Frecuentes

Las sesiones online se realizan mediante ZOOM. No obstante, si no pudieses mediante esta aplicación, podemos buscar la alternativa que mejor se ajuste a tus necesidades. 

Las sesiones tienen una duración aproximada de unos 55-60 minutos.

En la primera sesión podremos hablar de este tema y hacer un encuadre terapéutico. Yo te daré mi punto de vista pero la ultima palabra la tienes tú.

Yo al principio os recomiendo hacer las sesiones semanales o quincenales; y luego las vamos espaciando a una vez al mes o cada dos meses (sesiones de revisión).

Mi enfoque es integrador y mi línea es cognitivo conductual, es decir, utilizo diferentes enfoques en función del caso y del paciente.

La correcta regulación emocional y el autoconocimiento es fundamental, por lo que en la mayoría de mis procesos dedicamos un espacio bien grande para trabajarlos.

 

Sí, avisando con al menos 24h de antelación. En la web tienes la política de cancelaciones para que puedas revisarla.

Puedes escribirme al correo siempre que quieras, y te responderé en cuanto me sea posible y a la mayor brevedad. Estaré feliz de leerte y atenderte.

Que entiendas tu historia y por qué te pasa lo que te pasa. Por eso no trabajo sólo el síntoma, sino la raíz del mismo. Esto es necesario para que puedas darle un sentido a tus experiencias, y a partir de ahí, construimos formas nuevas de enfrentar la vida más ajustadas para ti.

Considero que el vínculo terapéutico es imprescindible para sanar y por ello me implico al máximo para que mis pacientes se sientan siempre importantes, únicos, comprendidos y escuchados. 

Tú y yo somos un equipo y cuido mucho de que la terapia sea vuestro espacio seguro.

Es un regalo que te haces a ti mismo; una oportunidad donde juntos:

  • Ganamos autoestima.
  • Dejamos de huir de los conflictos porque aprendes a gestionar las situaciones incómodas.
  • Gestionamos el duelo.
  • Aprendemos estrategias para gestionar nuestros pensamientos y  emociones.
  • Aprendemos a querernos y aceptarnos tal y como somos.
  • Dejamos de necesitar el perfeccionismo y la autoexigencia para tener valía.
  • Entendemos, sanamos y soltamos las heridas del pasado.
  • Aprendemos sobre nuestro sistema de apego.
  • Incorporamos rutinas positivas en nuestra vida.
  • Dejamos de llenar un vacío a través de la comida; volviendo a tener una relación sana con nuestro cuerpo.
  • Aprendemos a no reprimir y a cuidar que nuestro cuerpo no somatice.
  • Aprendemos habilidades sociales.
  • Estás cansad@, lloras con más frecuencia y sientes que no tienes ganas de hacer lo que antes te motivaba e incluso ilusionaba.
  • Tu vida es una carrera de fondo. Sobrevives en vez de vivir.
  • Sientes que no puedes deshacerte de los pensamientos y te limitan en tu día a día.
  • Te preocupa tanto el futuro que te paraliza en el presente.
  • Sabes que algo te está pasando pero no sabes exactamente el qué.
  • Te gustaría conocerte para tomar mejores decisiones.
  • Te estás aislando de tu círculo cercano.
  • Notas que repites patrones y a pesar de tener la teoría clara, te cuesta ponerlo en práctica.
  • Has dejado de mirarte al espejo porque lo que miras, no te gusta.